Is God Really Listening?

So…you’ve  been praying for years that your family reconciles, yet there is still discord between some of you; your child is on the wrong path and prayers have not put him or her on the right course; you’re dealing with a medical issue that doesn’t change, regardless of how much healing is declared; can’t seem to find the right person to marry after years of prayer and failed relationships; that person that did you wrong continues to prosper, and you feel you’ve wasted your time asking God for vindication as your prayers seem to go unheard…

Is God listening? Why is He not answering?

The Bible says that when we pray, we have to believe we receive what we ask for and we will have it. [1]  In the face of what we perceive as unanswered prayers, I sometimes ask myself, “Was that verse meant to be taken figuratively; or does it literally explain what should  happen when we pray this way?”

I think the answer is found in our spiritual posture. When we pray, are we faithfully asking God; or are we giving Him orders? Is it a true conversation with the one who knows what is best for us, He who knows to sovereignly distinguish between needs and wants in ways beyond natural understanding? The Bible says that even when we pray, we don’t get what we ask because “our motives are all wrong—we want only what will give us pleasure. …”  [2] We ask for things that will make us feel good, safe, or accomplished. What are the true motives of our petitions? Whether they are for healing, or about conceiving a child, to save a marriage, to deliver a loved one from the wrong path, or whatever they are; are they meant to align with God’s will? I think it's important to remember that it is God’s Will to heal that individual, reconcile that family, deliver that person from the wrong course, etc. Are we going to praise God wholeheartedly, even if it seems as if our prayer went unheard?

What we think is an unanswered prayer, is the best thing for us in God’s eyes. I think Jesus gave the best example of this. For instance, the night before His crucifixion, He prayed to God for deliverance. Knowing the terrible sequence of events that were ready to unfold He asked, “My Father, if it can be done, take away what is before me…” Since Jesus was ultimately crucified, one may be inclined to say His prayer was not answered. Some may even think God wasn’t listening or at least chose not to. What’s interesting is that after those words, Jesus also said, “Even so, not what I want, but what you want…”[3]  He understood that when praying; even in the face of pain and suffering, His desire had to align to the Father’s will; not his. Had God answered Jesus’ prayer the way He wanted on that night, Jesus would have not become who He did; name above all names.  It was difficult for Him to fathom what He was about to go through so He prayed for it to be taken away from Him. In His mind, the best was to be delivered from such pain and suffering, yet God knew better and answered the prayer the way that pleased His will. The answer was, “no.” What at that time seemed like the darkest hour and the most difficult scenario to Jesus, became the best thing not just for Him, but for us. Without that you and I would not enjoy the salvation we get from that sacrifice.

Many times we go through the same ordeal. We feel our prayers are both warranted and valid based on what we want, or think we need. But we underestimate the sovereignty of God. The true motive of what we ask for should always be what brings Him the most glory, whether we understand it or not.

Is God really listening?

I once heard a message that stressed the importance of praying correctly. That is, trusting that you are having a conversation with the creator of the universe. Your creator! He listens. He always answers. The message stressed that we must align our wills with His at all times and understand that the answer to our prayers can sometimes be yes, sometimes no, and other times, not yet. Are you spiritually ready to accept any of those answers, knowing that He knows our lives and our futures better than we do? Are you prepared to pray with all your heart and accept whatever answer with praises of glory to His name? Romans 8:28 (NKJV) tells how, “all things work together for good to those that love God…” So whatever the answer is, we must accept it. If it's “yes”, then “thank you Lord.” If “no'', “praise God.” But if it's “not yet,” then keep on pressing.

He is listening.

—R. Bermúdez

[1] Mark 11:24 (NKJV)

[2] James 4:3 (NLT)

[3] Matthew 26:39 (NLV)

¿Está Dios realmente escuchando?

Entonces… has estado orando durante años para que tu familia se reconcilie, pero todavía hay discordia entre algunos de ustedes; Tu hijo(a) está en el camino equivocado y tus oraciones no lo han puesto en el camino correcto; Estás lidiando con un problema médico que no cambia, independientemente de cuánto declares sanidad; Parece que no puedes encontrar a la persona adecuada con quien casarte después de años de oración y relaciones fallidas; Esa persona que te hizo mal sigue prosperando, y sientes que has perdido el tiempo pidiéndole a Dios vindicación, ya que tus oraciones parecen no ser escuchadas…

¿Está Dios escuchando? ¿Por qué no responde?

La Biblia dice que cuando oramos, tenemos que creer que recibimos lo que pedimos y lo tendremos.[1]  Frente a lo que percibimos como oraciones sin respuesta, a veces me pregunto: “¿Se suponía que ese versículo se tomara en sentido figurado; o explica literalmente lo que debería suceder cuando oramos de esa manera?

Creo que la respuesta se encuentra en nuestra postura espiritual. Cuando oramos; ¿Estamos pidiéndole fielmente a Dios; o le estamos dando órdenes? ¿Estamos teniendo una verdadera conversación con el que sabe lo que es mejor para nosotros; aquel que sabe distinguir soberanamente entre necesidades y deseos en formas más allá de la comprensión natural? La Biblia dice que incluso cuando oramos, no lo recibimos porque “lo pedimos con malas intenciones, solo queremos lo que nos da placer. …”[2] Pedimos cosas que nos hagan sentir bien, seguros o realizados. ¿Cuáles son los verdaderos motivos de nuestras peticiones? Ya sean por sanidad, para concebir un hijo, salvar un matrimonio, librar a un ser querido del mal camino, o lo que sea; ¿Están nuestras oraciones alineadas con la voluntad de Dios? Creo que es importante recordar que es la voluntad de Dios sanar a ese individuo; reconciliar esa familia; librar a esa persona del mal camino, etc... ¿Vamos a alabar a Dios de todo corazón, aunque parezca que nuestra oración no fue escuchada?

Lo que pensamos que es una oración sin respuesta, es lo mejor para nosotros ante sus ojos. Creo que Jesús dio el mejor ejemplo de esto. Por ejemplo, la noche antes de su crucifixión, oró a Dios. Conociendo la terrible secuencia de eventos que estaban listos para desarrollarse, preguntó: “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento…” Uno puede estar inclinado a decir que su oración no fue contestada. Algunos incluso pueden pensar que Dios no estaba escuchando, o qué decidió no responder. Lo interesante es que después de esas palabras, Jesus también dijo: “sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía…”.[3]  Él entendía que al orar; incluso enfrentando dolor y sufrimiento, su deseo tenía que ser la voluntad de Dios; no la suya. Si Dios hubiera respondido la oración de Jesús, Jesús no se habría convertido en quien se convirtió; nombre sobre todo nombre. Era difícil para él comprender lo que estaba a punto de pasar, por lo que oró para que se le fuera quitado. En la mente de Jesús, lo mejor era ser librado de tal dolor y sufrimiento. Sin embargo, Dios respondió su oración, pero de la manera que Él sabía mejor. La respuesta fue, “no”. Lo que en ese momento parecía la hora más oscura y el escenario más difícil para Jesús, se convirtió en lo mejor no solo para él, sino también para nosotros. Sin eso, tú y yo no disfrutaríamos de la salvación que recibimos por ese sacrificio.

Muchas veces pasamos por lo mismo. Sentimos que nuestras oraciones están justificadas y son válidas según lo que queremos. Pero subestimamos la soberanía de Dios. El motivo principal de lo que pedimos debe ser siempre lo que le traiga la mayor gloria a él.

¿Está Dios realmente escuchando?

Una vez escuché un mensaje que enfatizaba la importancia de orar correctamente. Es decir, confiar en que efectivamente estás sosteniendo una conversación con el creador del universo. ¡Tu creador! Él escucha. Él siempre responde. El mensaje enfatizó que debemos alinear nuestras súplicas con su voluntad en todo momento y comprender que la respuesta a nuestras oraciones a veces puede ser Sí, a veces No, y otras veces,aún no. ¿Estás espiritualmente listo para aceptar cualquiera de esas respuestas, sabiendo que él conoce nuestras vidas y nuestro futuro mejor que nosotros? ¿Estás preparado para orar con todo tu corazón y aceptar cualquier respuesta con alabanzas de gloria a su nombre? Romanos 8:28 (NVI) dice, “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman…” Así que cualquiera que sea la respuesta, debemos aceptarla. Si es "", entonces "gracias Señor". Si “no”, “alabado sea Dios”. Pero si es "aún no", entonces sigue presionando.

Él está escuchando.

—R. Bermúdez

[1] Marcos 11:24 (NVI)

[2] Santiago 4:3 (NTV)

[3] Mateo 26:39 (NVI)